Pataletas infantiles.
Todos hemos sufrido con nuestros propios hijos alguna pataleta, o al menos la habremos visto en alguna ocasión.
Son normales, aunque desagradables. El niño muchas veces no sabe como manifestar algo y recurre a la rabieta para mostrarnos su disgusto. Pero, aunque normales, hay que corregirlas, y cuanto antes se haga, mejor.
El niño recurre a la rabieta o pataleta basicamente para llamar la atención, por lo tanto si se la prestamos, aunque sea para reñirle, habrá conseguido lo que quiere.
Cuando esto ocurre en casa, habrá que observar si puede hacerse daño con algo, y si no hay peligro, hay que dejarlo solo con su llanto. Si no hay público la pataleta deja de tener sentido.
NO dialogar con él en ese momento, y NO ceder. Pocos minutos más tarde, aunque a nosotros nos van a parecer una eternidad, el volúmen irá disminuyendo, cuando cese, hay que prestarle TODA nuestra atención, haciéndole ver que ese el el tono para comunicarse.
Cuando a nuestros queridos niños les da por montar el espectáculo fuera de casa, habrá que hacerse fuertes en dos frentes: ante el niño y ante las miradas y/o opiniones de terceros. Ni caso a ninguno de ellos. Sin asomo de violencia por nuestra parte nos llevaremos al niño del lugar en el que nos encontremos, sin establecer un diálogo con él.
Estas actitudes son frecuentes entre los dos y cuatro años, sobretodo. A los siete años, aproximadamente, deberían haber desaparecido del todo.
Originally posted 2010-11-06 20:48:59.