Dejar de fumar suele ser uno de los propósitos que más gente se hace al empezar el año. Este 2011, los que lo intenten contarán con la ayuda de la ley antitabaco, que se quiera o no es bastante disuasoria. Ver NUEVA LEY ANTITABACO 2011
Dejar de fumar cuesta, porque es una adicción en primer lugar y en segundo lugar porque dejar de fumar lleva asociados dos grandes temores: la ansiedad (que creemos que no vamos a soportar) y el aumento de peso.
Un error es dejar de fumar «poco a poco». Entonces tenemos lo peor de los dos mundos: la ansiedad por fumar el próximo cigarrillo y por otra parte nuestro organismo nos pedirá la dosis de nicotina que le falta.
Si se quiere de verdad dejar de fumar hay que hacerlo radicalmente, con ayuda si es preciso, pero radicalmente y para siempre.
Si se ganan unos kilos, se pueden perder a base de una dieta y ejercicio, pero no hay que proponerse perder peso a la vez que empezamos a dejar el vicio del tabaco.
Cuando se toma la determinación de dejar de fumar es aconsejable:
– Beber más agua. Cuando sintamos la necesidad de encender un cigarrillo beber un vaso de agua, una infusión, etc. Hay quien dice que cuando se tienen ganas de encender un cigarrillo hay que esperar a que se te pasen, es cuestión de unos minutos. También es verdad.
– Cambiar los hábitos: si se acostumbraba a fumar un cigarrillo después de las comidas, es mejor hacer una actividad inmediatamente después de comer, pasear o entretenerse con algo.
– No estar ocioso. Hacer algún tipo de manualidad que requiera atención hará que el tiempo se nos pase más rápido y nuestra mente esté ocupada.
– Tener alimentos hipocalóricos en la nevera, y en caso de «ataques» de hambre consumirlos en vez de hacer ingestas de grasas o azúcares.
Las ventajas de dejar el hábito del tabaco se sienten pronto. A las 48 horas ya disminuye el riesgo de ataque cardíaco, se recuperan olfato y gusto. A los tres días la capacidad pulmonar ha mejorado y en dos semanas se puede practicar un ejercicio físico sin cansarse como anteriormente.
En el terreno sexual también hay beneficios. El tabaco provoca vasoconstricción arterial, con lo cual se dificulta la dilatación de los vasos genitales dificultando la erección en el hombre y la lubricación en la mujer.
Dejar de fumar tiene además un beneficio a nivel psicológico muy importante: la sensación, muy satisfactoria, de libertad. de no depender del cigarrillo para estar bien, de no angustiarse si sabemos que vamos a tener que estar un montón de horas sin poder fumar. Fumar no calma los nervios, al contrario, los aumenta. A la preocupación y ansiedad que tengamos le sumamos la de necesitar nicotina.
Dejar de fumar es posible. Sólo hay que encontrar el momento y el método para hacerlo.
Más información puedes ver en como hacer sobre métodos para dejar de fumar
Originally posted 2011-01-05 08:00:46.
Pertenezco a una generación en que fumar
era glamouroso, todo el mundo fumaba.
Hace diez años que decidí fumar solamente
los cigarrillos que me apetecian y no por inercia
como lo venia haciendo.
Me mentalice y ahora solo fumo después del café
dos o tres al día.
Es cuestión de proponerselo.
Yo hace dos años que lo deje. Ni uno, ni dos…porque en el momento que me «disparaba» fumaba más. Es verdad, es cuestión de proponérselo.