La mujer y la moda son dos términos que muchas veces se asocian, y ciertamente a las mujeres nos gusta todo aquello que se relaciona con la moda y lo que la rodea. Sin embargo a lo mejor alguna vez os han venido a la cabeza pensamientos parecidos a estos que he tenido yo.
Hoy hojeaba una revista de moda y la cabeza se me ha ido por otros derroteros y me he puesto a reflexionar sobre la moda. Claro que estos son mis pensamientos, para nada pretenden tomar carta de verdad o dogma, vaya esto por delante.
Seguir la moda puede ser muy cansado. Primera reflexión.
Estar simpre a la última, estar enterada de todo lo que se lleva o no, es divertido, pero seguirlo a rajatabla ya es otra cosa. La moda es lo que hace que cambiemos nuestro color preferido por otro que tal vez no nos pegue nada, pero resulta que es ese el que se lleva. O bien las formas que han diseñado los creadores de tendencias para esta temporada resulta que nos sientan como un tiro, pero como es moda…
Pensemos.
La imágen es importante, muy importante, que duda cabe, pero dar una buena imágen no consiste, a mi modo de ver, en seguir ciegamente lo que nos proponen los diseñadores. Nosotras somos algo más que lo que nos ponemos encima, y eso que nos ponemos encima tiene que encajar con lo que somos por dentro. Si conseguimos eso, daremos buena imágen. Salvo que se sea una dejada, naturalmente.
No hay nada peor que difuminar nuestra verdadera personalidad con atuendos, maquillajes o peinados que no nos ayuden a estar más cómodas, a sentirnos más seguras y despreocupadas. ¿No os habéis dado cuenta que, cuanto menos pendiente de ir perfecta está una mujer, más encanto tiene?.
Ser atrevida no es arriesgarse sin ton ni son, ni imitar el estilo de fulanita o menganita. Ser atrevida es precisamente, al menos para mí, atreverse a ir como más nos guste, sea extravagante o clasico.
Antes de que salga una sola palabra de nuestra boca, el resto de personas ya se han formado una idea de como somos, tan sólo por nuestro aspecto.
Si el exterior se corresponde con lo que somos por dentro, habremos triunfado, habremos conseguido algo dificilísimo: el equilibrio, y equilibrio es sinónimo de elegancia. Se puede ser elegante de muchas maneras: con un vestido negro o con uno a rombos rojos y verdes. Lo único que importa es que no vayamos disfrazadas de lo que no somos, y esto se puede dar con lo uno o con lo otro.
Es más, no hay ni tan siquiera, cuerpos bonitos o feos. Lo que sí hay, son mujeres que se conocen a sí mismas y potencian sus cualidades por encima de sus defectos.
Ese es el reto: conocer nuestro cuerpo y sobretodo no dudar en llevar lo que nos gusta o rechazar lo que no, con el único objetivo de sentirnos a gusto con nosotras mismas.
Originally posted 2010-11-14 18:35:28.